Cómo deben bailar los hombres, explicado por profesores universitarios
If I Were a Boy es una de las canciones más insignes de Beyoncé, en la que la femenina y voluptuosa artista se proponía qué haría si fuera un muchacho. No obstante, son muchas de las cosas para las que se ha atribuido de forma tradicional a las mujeres mayor habilidad (otras tantas tiene la anatomía masculina). Entre ellas se halla el baile, que por norma general es más simple para las mujeres. ¿O bien se imaginan a 3 hombretones bailando y moviendo las caderas de manera vertiginosa como Beyoncé? ¿Es quizás posible un Single Ladies masculino?
Bueno, aunque es más difícil, no semeja que sea imposible, puesto que la Northumbria University termina de publicar una investigación revelando qué transforma a alguien en un buen bailarín, y haciendo hincapié en cuáles son los movimientos masculinos que atraen al ojo femenino.
El estudio
Como explica Justin Gmoser en Business Insider, los estudiosos de la Northumbria University reunieron a diecinueve hombres de entre dieciocho y treinta y cinco años que carecían por completo de experiencia en la pista de baile y que habian tomado alguna vez clases de tango en una escuela de tango. Todos debieron danzar, individualmente, al compás de un ritmo sencillísimo, y sus movimientos fueron grabados a través de un sistema de motion capture. Merced a estas grabaciones, se crearon modelos en 3D, basados en los movimientos de los bailarines inexpertos.
Ahora, se solicitó a 37 mujeres que valorasen las capacidades de danza de los avatares creados. De todos se midió la amplitud, la velocidad, la duración y la variabilidad. La consideración de las féminas fue prácticamente unánime: todas y cada una tenían clarísimo qué era ser un buen bailarín y qué no. ¿Exactamente en qué se fundamentaban?
Los movimientos de un buen bailarín
Dada la clara de las contestaciones de las mujeres, las conclusiones del estudio fueron muy evidentes. A simple vista, podríamos decir que un mal bailarín es aquel que sostiene unas partes de su cuerpo recias, que no ocupa todo el espacio que engloba su cuerpo en movimiento, que no sabe qué hacer con sus brazos o bien que mira para abajo, con la cabeza rígida. Un buen bailarín, al contrario, se mueve seguramente y extensamente, cambia sus movimientos, extiende los brazos con absoluta naturalidad y mueve la cabeza, mira a su alrededor y danza con la velocidad conveniente, sin parecer forzado.
¿Cuáles consideraron en el estudio que eran las claves?
La extensión del cuello.
La inclinación de la cabeza cara los lados.
El sacudimiento de cabeza.
El giro de cadera.
La velocidad de las piernas.
Respecto del punto 5, cabe matizar que los estudiosos estiman que son claves en el buen danzar una adecuada inclinación y el giro conveniente de la rodilla derecha.
De este modo, si deseas ser un buen bailarín debes adoptar movimientos extensos, con alteración entre sí, en los que el cuerpo se doble, se curve o bien se incline de forma natural, y con giros usuales. Además de esto, hay que plegar y virar más veloz con la rodilla derecha, estableciendo el punto de apoyo principal con esta misma.
La relevancia de la expresión
¿Qué hacer si, pese a todo, no logramos soltarnos y relajar los músculos, o bien somos inútiles de danzar adecuadamente al son de la música? La cronista Megan Willett ha hablado con el instructor de baile Ben Weston, establecido en Brooklyn. Weston conoce todo género de trucos y pasos de baile que son útiles al bailarín inexperto, mas reconoce que una de las cosas más esenciales en el momento de danzar con encanto es la sonrisa. “Muchos de los chicos en la pista de baile están mordiéndose el labio, mirando para abajo, semejan inquietos, deseoso o bien avergonzados”, afirma Weston. Esta actitud, por buenísima que sea nuestra técnica, echa por tierra cualquier encanto que nuestro baile pueda tener. De ahí que el instructor concluye del siguiente modo: “Cuando eres el tipo que sencillamente desea divertirse y gozar de la música, te vuelves más atrayente. Yo he visto mujeres que han atravesado la pista de baile para danzar conmigo solo por el hecho de que era el tipo que sonreía y se lo pasaba bien”.