¿Cuáles son las mejores maneras de aprender a tocar el piano?
Aprender solfeo, saber leer partituras, adquirir una buena postura, ganar habilidad, dominar la coordinación de cabeza, manos y pies… Para saber tocar el piano hay que saber muchas cosas (¡además de esto, muchas al unísono!). Por ende, el aprendizaje del piano es bastante difícil, técnico y requiere un largo período.
El piano, al lado de la guitarra, es el instrumento más conocido y estudiado en cada escuela de musica. Bastantes personas desean aprender a tocar el piano, mas hay que dedicarle un buen tiempo, puesto que es una actividad muy exigente.
Como ocurre con todo proceso de aprendizaje, ciertas personas evolucionan más veloz que otras (por el hecho de que, por servirnos de un ejemplo, no todos tenemos exactamente las mismas predisposiciones cognitivas y musicales), mas todo principiante se debe enfrentar a una primera fase de total desconocimiento.
Desgraciadamente, no hay una técnica prodigiosa para aprender a tocar en un par de meses.
Para ganar cierta autonomía y fluidez y sentirse cómodo con el piano, hay que tener motivación, ser perseverante, estricto y gozar tocando.
En el artículo de Superprof, comentamos ciertos consejos a fin de que los principiantes puedan iniciarse en el aprendizaje del piano.
¿Qué piano adquirir para aprender a tocar el piano desde cero?
El primer obstáculo para cualquier practicante de piano es seleccionar el instrumento.
Primeramente, vas a deber comprender que no vale de nada gastarte mucho dinero al principio de tu aprendizaje. Un piano demasiado complejo, como un piano de cola o bien un piano acústico, puede frenar al principiante que no necesariamente domina todas y cada una de las técnicas de piano.
La elección del pupilo se va a inclinar más bien cara el piano digital o bien aun cara un sintetizador, puesto que este género de instrumentos facilita el aprendizaje del piano mientras que se mejora el aprendizaje del solfeo poquito a poco.
Ahora, hallarás una pequeña lista de los mejores pianos para empezarte en la música:
Yamaha P115, por un coste medio de seiscientos cincuenta €,
Yamaha P45, por un costo medio de cuatrocientos cincuenta €,
Yamaha YDP ciento cuarenta y dos, por un costo medio de ochocientos veintinueve €,
Roland F20, por un coste medio de seiscientos cincuenta €,
Kawai KDP noventa, por un costo medio de ochocientos noventa y nueve €,
Kawai ES8, por un costo medio de mil cuatrocientos noventa €.
Si bien la adquisición de un primer piano sea una inversión que no se debe tomar a la ligera, recuerda que preservarás tu instrumento a lo largo de múltiples años para aprender a tocar el piano y después vas a pasar a un piano acústico más avanzado para tocar las mejores armonías. ¡Beethoven o bien Chopin!
También, es posible adquirir un piano de segunda mano por un coste reducido en algún lugar especializado.
Por último, para una lección de piano para pequeños, un piano digital portátil asimismo le va a ir realmente bien a lo largo de los primeros años de su aprendizaje, a un costo considerablemente más económico que cuando se adquiere un piano para adultos.
Nuestros primeros consejos para aprender a tocar el piano
¿Tocas el piano o bien estás comenzando? ¡Acá tienes unos consejos que te van a ser de ayuda!
Aun ya antes de tocar cualquier tecla, hay que adoptar una buena postura.
La postura del cuerpo
Para tocar el piano no solo deberás desplazar las manos, sino esta actividad incluye todo el cuerpo. Hay que adoptar una postura anatómico conveniente y cómoda. Una buena postura del cuerpo por norma general es una condición precisa para tocar el piano de la mejor forma.
Primeramente, sitúate a la mitad del teclado. Toma como referencia el DO central para poner la mano izquierda.
Optima la altura de vuestra silla o bien taburete a fin de que no estén ni demasiado alto ni demasiado bajo.
Esta es la postura tradicional que se enseña a cualquier principiante:
Los codos: deben estar a la altura del teclado.
Los antebrazos: deben continuar rectos, perpendiculares a las teclas para tener cierta amplitud de movimientos.
El asiento: es mejor que emplees una banqueta o bien taburete que una silla, puesto que de esta forma te vas a poder desplazar mejor.
La espalda: ha de estar recta en todo instante.
Los hombros: deben estar tenuemente inclinados cara atrás para eludir las molestias, liberar el tórax y permitir una buena respiración.
Las manos: los diez dedos han de estar sutilmente flexionados, de manera que se puedan tocar las teclas con la punta de las falanges, prácticamente con las uñas. Así, vas a tener más fuerza y potencia en los dedos.
Las palmas de las manos: han de estar sutilmente alzadas, para proporcionar mayor velocidad y fluidez a los movimientos de las manos.
Los pies: han de estar de manera firme puestos paralelamente en el suelo, en ángulo con las piernas.