Compartiendo una experiencia: Cómo publicar un libro
Como casi todos sabréis ya, Pedro ha publicado recientemente una amabilísima reseña sobre BEGIN, mi primera (y, de momento, única) obra de ficción.
Ante todo quiero agradecerle no sólo que la dé a conocer a la comunidad de El Tamiz, sino que la haya leído y, con sus sugerencias y correcciones, hacer que el resultado final sea un poquitín mejor de lo que era antes. Y extiendo ese agradecimiento a los familiares y amigos que también han tenido a bien leer la novela y me han transmitido su opinión, sus recomendaciones y, last but no least, me han informado de las erratas que encontraban para que las corrigiera. A todos ellos, muchas gracias.
Este artículo de hoy no quisiera que fuera de auto promocionar un libro (bueno, je, je, un poquito, sí), sino que me gustaría explicaros en él el proceso que he seguido para realizar la autopublicación en lulu.com y en amazon. Porque, queridos lectores: Es muy fácil. Ésa es la idea: siguiendo unas breves pautas, es sencillo publicar una obra vuestra de forma más que digna, con un formato correctísimo y un precio adecuado. Yo ya he transitado por allí, tengo en mis manos el resultado final y es muy digno: sinceramente, de una calidad incluso superior a la de muchos libros publicados en librería.
Noveles autores en potencia: espero que estas breves líneas os sirvan y os estimulen.
Desde la idea hasta que la obra está escrita.
Muchos escritores de verdad han explicado ya cómo es o cómo debe ser el proceso de escritura de una buena novela. Yo he procurado enterarme de cómo lo hacen los grandes… y al torpe de mí no le ha servido para nada. Creo que cada cual debe buscar su camino: tener una idea, apuntarla, escribir una sinopsis, documentarse, describir la biografía de cada uno de los personajes que intervendrán… y ponerse a escribir.
Poco puedo deciros sobre el proceso de creación, que es, creo, absolutamente personal, así que, tras varios meses (o semanas o años, dependiendo de lo rápido que escribáis y del tiempo de que dispongáis), por fin tenéis vuestra obra escrita a lápiz en una resma de papeles, o escrita a máquina en una resma de papeles o, lo que es bastante más probable en estos tiempos, escrita en vuestro procesador de textos favorito en vuestro ordenador… ¡y con varias copias de seguridad almacenadas en diferentes dispositivos, que nunca se sabe!
Ahora viene el momento de las revisiones, de la correccion de texto, de la caza furibunda de la errata escondida, de comprobar que el relato es coherente y que alguien que haya nacido en Sebastopol en el capítulo 2 no sea natural de Vladivostok en el capítulo 10…
Por fin el proceso de revisión ha finalizado y vuestra obra está dispuesta para su publicación. En este punto podéis enviar vuestro original a diversas editoriales con la esperanza de que alguna encuentre interesante el material y se decida a publicarlo. En ese caso, de todo el proceso de maquetación y publicación se encargará seguramente la propia editorial, pero en el caso de que ninguna se interese y de todos modos tú, autor, quieras publicar tu libro de forma digna, entonces puedes acudir a una plataforma de autopublicación. Vale, también puede que ni siquiera hayas explorado la vía de la publicación por una editorial y hayas decidido autopublicar tu obra en cualquier caso.[1]
Hay varias plataformas de autoedición en la Red, pero, aconsejado por Pedro y Javier “J” Sedano, entre otros, yo decidí autopublicar en Lulú. No sé si será la mejor, pero a mí me ha funcionado razonablemente bien.
Eso sí, para que la cosa final quede bien hay que tener en cuenta una serie de cuestiones previas tales que, si no las tienes en cuenta de antemano, luego puede resultar muy laborioso arreglar. Y esto lo digo por experiencia.
Lo que hay que tener en cuenta mientras se escribe el texto
Cada uno escribe sus escritos de una determinada forma en cuanto a la organización del documento en párrafos, la puntuación, la forma de marcar los diálogos, etc… esto está muy bien cuando publicas en la Red, escribes un documento profesional o escribes una historia para ti o tu familia. Pero a la hora de publicar libro o una obra literaria (una novela, en mi caso) hay una serie de convenciones que se deben respetar, algunas de las cuales son relativamente evidentes y otras, no tanto.
Recomiendo, futuro autor, que en este punto tomes un libro de tu biblioteca, uno del mismo tipo que la obra que quieres escribir, y vayas comprobando lo que te iré contando con él. O mejor toma varios, así te darás cuenta de que casi todos siguen las mismas reglas. Veamos algunas.
Los párrafos
Veréis que normalmente los párrafos se marcan indentando la primera línea, y sin líneas en blanco entre ellos.
Supongo que esto es así para ahorrar papel, pues así los párrafos son más compactos y hacen falta menos páginas para el mismo texto, pero en definitiva es la práctica común.
Sólo se deja una línea en blanco entre párrafos para marcar un cambio en la escena o remarcar una idea sorprendente o lo que sea. Por lo tanto, siempre indentar la primera línea del párrafo y no dejar líneas en blanco entre párrafos. Si lo hacéis mientras vais escribiendo os ahorraréis muchísimo trabajo después.
Ahora transcribiré los mismos párrafos anteriores, que tan bien quedan publicados en un artículo en un blog, de la forma que comento:
Veréis que normalmente los párrafos se marcan indentando la primera línea, y sin líneas en blanco entre ellos. Supongo que esto es así para ahorrar papel, pues así los párrafos son más compactos y hacen falta menos páginas para el mismo texto, pero en definitiva es la práctica común. Sólo se deja una línea en blanco entre párrafos para marcar un cambio en la escena o remarcar una idea sorprendente o lo que sea. Por lo tanto, siempre indentar la primera línea del párrafo y no dejar líneas en blanco entre párrafos. Si lo hacéis mientras vais escribiendo os ahorraréis muchísimo trabajo después.
Los diálogos
Siguen la misma regla de indentación que los párrafos, exactamente la misma, sólo que ahora el párrafo comienza con un guión, que es el que marca la intervención de un personaje en un diálogo (o monólogo, o conversación, o lo que sea). Un guión largo (–), no corto (-), como podéis ver. Dependiendo del procesador de texto que uséis, asumirá guiones largos o cortos; conviene revisarlos para igualar todos ellos en el texto, pues lo que queda fatal es que unos sean cortos y otros largos. También lo digo por experiencia.
Además, cuando se interrumpe un diálogo para expresar algo sobre la situación, como por ejemplo en:
– De acuerdo –dijo Pepito–. Pero hagámoslo a mi manera…
…entonces hay que tener en cuenta dónde poner la puntuación. Aquí la frase entre guiones (–dijo Pepito–) en realidad podría estar entre paréntesis y, por tanto, el punto que cierra el “De acuerdo” debe estar detrás del guión de cierre del “dijo Pepito”. Exactamente como está en la línea de arriba. Es decir, una construcción como la siguiente…
– De acuerdo. – dijo Pepito – Pero hagámoslo a mi manera…
…construcción que podría resultar lógica para muchos, para mí incluido, es errónea. Y lo mismo pasa con las comas, los puntos y comas y demás. Comprobadlo si queréis en cualquiera de los libros de vuestra biblioteca.
Las comillas
Es muy posible que tengáis que utilizar comillas para expresar una cita textual, o un nombre de algo, un apodo o lo que sea. O también para marcar que el párrafo siguiente sigue siendo parte del discurso de un personaje, discurso que seguramente empezó antes con un guión, claro, como empiezan normalmente los diálogos.
La RAE indica que en español existen tres tipos de comillas, es decir, las «comillas españolas», las “comillas dobles (o inglesas)” y las ‘comillas simples’. Para la RAE está admitido usar cualquiera de ellas, con un par de salvedades que hay que tener en cuenta.
En primer lugar, en todos los casos las comillas de apertura y de cierre son diferentes, y es erróneo utilizar, por ejemplo, esta comilla doble ( “ ) tanto para abrir como para cerrar las comillas.
Y en segundo, cuando un personaje tiene una intervención larga que consta de varios párrafos, está dando un discurso o lo que sea, en el primer párrafo se marca el comienzo del speech con un guión largo como siempre, pero en el resto de párrafos del discurso se marca habitualmente eso, que es el mismo personaje quien sigue hablando, con una comilla española de cierre. De cierre ( » ), no de apertura, como podía parecer lógico..
En una palabra, debéis establecer de antemano un plan para determinar qué comillas usar y cuándo, para que todo el texto siga la misma norma. Esto os ahorrará bastante trabajo al final.
La Maquetación Final
Supongamos que el texto ha sido revisado una y mil veces y es el definitivo, salvo cambios mínimos, que siempre los hay hasta el mismísimo final… Ahora es el momento de realizar la maquetación final del texto para proceder a su publicación. Veamos:
El tipo y el tamaño de letra
Antes de maquetar nada, lo primero es elegir el tipo y el tamaño de letra que vais a utilizar.
En cuanto al tipo de letra, cada uno tiene sus filias y sus fobias, pero yo recomendaría no utilizar muchos tipos de letra diferentes, y que el principal (o único) que uséis sea uno fácil de leer. Tened en cuenta que vuestra obra tendrá decenas o centenares de páginas y que la letra no debe ser muy recargada, pues dificultaría su lectura. Una Times, una Arial o una Garamond, por ejemplo, son sencillas de leer y muy extendidas, pero todo va en gustos, ya digo.
En cuanto al tamaño… esto es más difícil. Cuanto más grande la letra, mejor se lee, esto es obvio, pero a cambio el texto ocupa más espacio (más páginas) y esto implica, ya lo veréis después, un mayor coste del libro a imprimir. Hay que llegar a un compromiso. Como referencia, yo he utilizado Times New Roman de 11 puntos y se lee bastante bien. Un simple salto a 11,5 puntos implicaba, en mi caso, que el libro tuviera veinte páginas más (casi un 5% más), y llegar a 12 puntos implicaba casi cuarenta páginas más. Por otra parte, menos de 11 puntos comienza a ser, para mi gusto y para mi vista, demasiado pequeño.
También conviene probar con el interlineado, para que las líneas no estén muy juntas unas a otras y se haga difícil la lectura.
En cualquier caso, es importante hacer pruebas reales, imprimiendo alguna página para ver cómo queda y poder llegar a una determinación. Y también que comparéis varios libros que tengáis, comprobando cuáles se leen bien y cuáles no, para procurar que el vuestro sea de los primeros.
El formato de página
Irá, obviamente, en función del tipo de libro que queráis obtener.
En lulu.com yo he preparado dos formatos: uno, en “calidad standard” y formato A5, y el otro en “calidad económica” y formato de 8,5” por 5,5”. Este último lulu lo imprime en un papel de algo menor gramaje, pero el tipo de encuadernación es idéntico en ambos tipos de libro: “encuadernación americana”, con tapa pegada, en papel blanco blanquísimo (no amarillento semi-reciclado, como por algún motivo que se me escapa es lo habitual en la mayoría de libros de librería), es decir, una encuadernación bastante digna.
Una vez vistos los resultados y con ambos ejemplares en la mano, mi insistente recomendación es que uséis el “Formato económico” en formato de 8,5” por 5,5”, es decir, 21,59 x 13,97 cm. Si os fijáis, es prácticamente igual al formato A5, que es de 21,00 x 14,80 cm.: algo más alto y algo más estrecho, o sea, más cercano al formato de “libro de bolsillo”, pero apenas hay diferencia de tamaño o de calidad del papel. Y para el mismo número de páginas, ¡el precio es casi la mitad!
Entonces, elegido el formato de libro a editar, hay que ajustar en el procesador de textos la página para que quede con los valores correctos. En el caso de elegir el formato económico, mi recomendado, los valores que yo he usado son:
Tamaño del papel: ancho: 13,97 cm; alto: 21,59 cm.
Márgenes: Tanto el superior como el inferior, 1,7 cm. Tanto el izquierdo como el derecho, 1,5 cm.
Margen de encuadernación: 0,6 cm. Éste es el margen que se incluye automáticamente por la izquierda en las páginas impares y por la derecha en las pares, para que al encuadernar quede margen suficiente para leer bien el texto.
Márgenes simétricos. Esto sirve para indicar que las páginas pares y las impares son simétricas: los números de página estarán a la misma altura, etc.
Números de página. A vuestro gusto, se pueden poner los números de página pares e impares diferentes, para que estén a la izquierda en las pares y a la derecha en las impares, o bien dejarlo en el centro en todas las páginas. Lo que sí es obligatorio es que haya números de página… salvo en las guardas y en las páginas en blanco insertadas para cuadrar los capítulos en página impar, que, aunque cuentan para la numeración, no deben ir numeradas.
Por otro lado hay que tener en cuenta, como decía antes, las guardas, es decir, al menos una hoja en blanco (una página impar y una par en blanco) que hay que dejar al principio y otra al final del libro. En cuanto al contenido de las primeras páginas, podéis comprobarlo en cualquier libro impreso que tengáis, pero lo normal es poner en la página 3 (o la 5 si dejáis dos páginas de guarda) el título del libro y el autor, y por el reverso (página 4 ó 6), los detalles técnicos: el copyright, el editor, el autor de la portada, etc, etc.
Al final del texto estará el índice, como siempre comenzando en página impar, y las guardas finales.
Como podéis imaginar, una vez que se cambie el formato de página, los márgenes, etc, el número de páginas del documento cambiará. Ahora hay que revisar cómo ha quedado, para insertar las páginas en blanco que se necesiten, etc.
Los títulos de los capítulos
Posiblemente vuestra obra esté dividida en capítulos que tengan títulos, cuyo formato más habitual incluye un número de capítulo y un breve texto.
Por ejemplo: “14 – Planes”.
Para evitar problemas posteriores es conveniente, en primer lugar, que los títulos estén siempre al principio de la página, insertando un salto de página inmediatamente antes. Y, por otra parte, es conveniente que tenga un formato de “Título” que, por una parte, sea reconocido como título de capítulo a la hora de generar el índice y, por otro, que implique que dará origen a una etiqueta <h1>en formato HTML.
En Word, el del MS Office, ese formato es “Título 1”. En LibreOffice es “Título”, y supongo que algo similar en el resto de procesadores de texto. El que genere una etiqueta de tipo <h1> será luego importante para la conversión a formato epub para libros electrónicos, etc. Por otra parte, para que el libro quede bien, vuestros capítulos comenzarán siempre en página impar. Es decir, si el capítulo precedente termina en una página impar, por ejemplo, la 77, eso quiere decir que el próximo capítulo debe comenzar en la página 79, no en la 78. Hay que dejar esa página 78 en blanco… pero, ojo, las páginas en blanco que se insertan para estos menesteres no deben llevar numeración. La página sí cuenta para la numeración, pero ese número no se muestra. La página insertada queda completamente en blanco.
El índice
Vuestra obra normalmente tendrá un índice al final que haga referencia a los párrafos de formato “Título” que antes mencionaba, que son, desde luego, los títulos de los capítulos. Lo único importante es que este índice debe ser eliminado a la hora de generar los formatos de libro electrónico, como ya veremos, pues se debe dejar al conversor generarlos correctamente.
La Maquetación está terminada. ¿Y ahora?
Bien, estamos en esta situación: el texto está revisado; el formato de las páginas coincide con la que luego necesita lulu para publicar, con márgenes simétricos, etc; todos los capítulos empiezan en página impar; hemos dejado guardas al principio y al final, el índice está generado y está correcto… ¡Ya está todo listo para publicar!
El primer paso es generar un PDF (es muy recomendable subir a lulu un PDF, no un doc, un docx o lo que sea). Para ello habrá que imprimir el documento con nuestra obra en un PDF, pero antes de hacerlo hay que asegurarse (varias veces) de que el resultado será correcto. Así que cuando elijamos como “impresora” al “Adobe PDF”, hay que pulsar en el botón de “Propiedades” para informarle de que: – El formato de papel de salida debe ser idéntico al definido en nuestro documento del procesador de textos: 13,97 x 21,59 cm, en el caso de “formato económico” que comento, o el que corresponda en cada caso. Si no existiera, habrá que crear un estilo con esas medidas. En pulgadas ese formato es de 8,5” x 5,5”, lo que creo que es “Media Carta” (Half Letter). – La calidad de impresión debe ser como mínimo “Calidad de Prensa” o “Alta Calidad”, nada de “Estándar”. – No debe tener ninguna medida de seguridad. Lulu rechaza los PDFs con protección de cualquier tipo.
Al imprimir el documento, se genera un fichero PDF que debe ser la imagen física de vuestro magnífico libro. Pero… conviene revisarlo. No os fiéis, que a mí me han pasado cosas extrañas, como que al final del PDF haya una página de más con información del documento original, página que si existe habría que eliminar o, mucho peor, que en algunas páginas se machacaran las líneas unas con otras… sí, es muy raro, pero aseguro que me ha pasado y me ha obligado a regenerar esas páginas cambiando tonterías aquí y allá hasta dejarlas bien en el PDF final.
Bien, ya tienes tu PDF correcto, revisado y con el tamaño adecuado: ya puedes subirlo. Ya falta menos.
El proceso de subida a lulu.com
Lo primero es abrir una cuenta, claro. Deberás dar de alta tu email, poner una password, etc. Lo normal, vaya. Si quieres vender millones de ejemplares de tu libro… o aunque sean sólo unos centenares, deberás decir a lulu cómo te va a pagar las regalías. Para ello deberás darte de alta en Paypal, cosa que es realmente muy sencilla siguiendo las instrucciones, y decírselo luego a lulu.
Bien, una vez identificado en lulu, deberás pinchar en “Publicar”, y luego en “Libro”. Ahí te sale un wizard que te va guiando eficazmente por el proceso de edición. Lo tienen muy bien hecho.
Primero te pregunta por el tipo de libro que deseas,[2] y luego por el título de tu libro y tu nombre como autor (el nombre con que deseas publicar el libro, sea el tuyo propio o un seudónimo). También te pregunta si quieres que sea de disponibilidad general o sólo para ti, etc. Y, por supuesto, te pide que escribas la reseña, la importante reseña que será la que se muestre cuando alguien llegue a ver tu libro. Esa reseña de un máximo de 1000 caracteres deberías tenerla escrita de antemano, no ponerte a pensar en ella en pleno proceso de publicación.
A continuación hay que dar la información de metadatos del libro, como el género, las etiquetas, qué tipo de copyright tiene, si es para vender ilimitadamente o sólo para tu consumo propio, etc, y por fin te invita a subir tu PDF con el libro formateado en perfecto estado de revista. Lo subes, y si por el motivo que sea no le gusta, te lo hará saber (por ejemplo, porque el formato del PDF no coincida con el del tipo de libro seleccionado). Una vez subido, te permite que lo bajes de nuevo para comprobar que está almacenado correctamente. Si todo está perfecto, pasas a definir la portada.
Lulu tiene un wizard para que generes tu portada con todas las medidas correctas: las de la portada y la contraportada, cuyas medidas son iguales, claro, y la del lomo, que va en función del número de páginas que tenga tu PDF. Permite elegir tipografía, textos de la portada o la contraportada, formato de la página, imágenes, colores, etc. O también puedes crear tu propia portada, si tienes la capacidad de hacerlo con algún gestor de imágenes: en este caso lulu te indica la medida exacta en centímetros que debe tener cada parte… Como debes generar la portada con una resolución de 300 puntos por pulgada, significa que para averiguar cuántos píxeles debe tener la imagen de tu portada (y cada parte de ella) debes dividir los centímetros que te den por 2,54 (que son los centímetros que tiene cada pulgada) y multiplicar el resultado por 300 (los píxeles por pulgada): el resultado de la operación son los píxeles que debe tener tu portada…