Aprender a Bailar, Fácil o Difícil?
Para esto contamos con la cooperación de Pilar Neviscado, diplomada en Sicología, en nuestros días prepara las oposiciones del PIR para ser Sicóloga Clínica. Lo que más le agrada hacer en este planeta es bailar; y en el campo de la Sicología está en especial interesada en el área de la Educación Singular.
A Pilar le apasionaría poder aplicar sus conocimientos de danza, para asistir a personas con Trastornos del crecimiento y de aprendizaje.
Os dejo el artículo, que es verdaderamente interesante y espero vuestros comentarios:
Desde el momento en que nacemos, nuestra vida es un aprendizaje continuo; un aprendizaje que nos deja lograr un buen nivel de desarrollo en los diferentes aspectos que forman nuestra persona.
El modo perfecto de aprender va cambiando sutilmente conforme la etapa evolutiva en la que nos encontremos: de esta forma, de pequeños acostumbra a ser un aprendizaje basado más en la memorización y repetición; al tiempo que en la edad adulta, son las experiencias vividas y las contrariedades a las que nos encaramos, las que más no enseñan.
Por esta razón posiblemente, en el momento en que nos proponemos aprender una nueva actividad, como por poner un ejemplo danzar flamenco, en un primer instante nos atemoricemos un tanto, puesto que en cierta manera nos recuerda a esa etapa de aprendizaje en la niñez, al tener que estudiar y retener ciertos pasos, ritmos… partiendo de cero.
Específicamente, la danza se rige eminentemente por un procedimiento de aprendizaje, conocido como Aprendizaje por observación o bien modelado, y consiste en un aprendizaje que se prosigue de la observación de un modelo que ejecuta una acción; en nuestro caso, sería el maestro, al efectuar los movimientos oportunos. Mas la pura observación, en el caso de la danza, no es suficiente, sino es indispensable que el pupilo imite o bien repita en forma de copia, aquello que realice el profesor.
En esta clase de aprendizaje intervienen eminentemente tres procesos cognitivos: atención, memoria y motivación.
Atención: a fin de que el pupilo pueda absorber todo cuanto el maestro enseña, va a deber dirigir, centrar y sostener su atención en este último, a lo largo del tiempo que duren las clases de tango en la escuela de tango capital federal, siendo además capaz de dividir esa atención, para poder efectuar 2 labores al tiempo, como por poner un ejemplo, desplazar los brazos al unísono que los pies. Si bien esto resulta complicado, singularmente al comienzo, tenemos la fortuna de ser capaces de mecanizar gran cantidad de secuencias de movimientos. En un primer instante, los procesos que realizamos están bajo control, produciendo aprendizaje y guardando nueva información en la memoria.
Memoria: la memoria es otra función muy importante para poder aprender, y a la vez, está muy relacionada con la atención. En el momento de danzar podríamos charlar de 2 géneros de memoria: una más cognitiva (precisa para retener los pasos, ritmos, patrones de movimiento, etcétera), y otra anatómico (que marcha más por sensaciones). Esta última es prácticamente más esencial que la cognitiva, puesto que si bien suene extraño, el cuerpo tiene memoria, y gracias a ella se recuerdan mejor los movimientos aprendidos. De ahí, la relevancia de que el pupilo no observe solamente, sino además de esto ejecute los pasos como se lo indique el maestro.
Para memorizar todos estos pasos, en baile se usa esencialmente un procedimiento sencillísimo, llamado Encadenamiento. Este es un proceso por el que se marchan aprendiendo secuencias de movimientos, empezando por pasos sencillísimos, a los que se marchan agregando otros aspectos y matices; por servirnos de un ejemplo, podríamos iniciar aprendiendo un paso de pies, después incorporarle otro paso diferente, ahora poner la cabeza donde corresponda, y para finalizar, agregar los brazos.
Esta técnica se combina con lo que es conocido como Aprendizaje por aproximaciones consecutivas, (que es en lo que se fundamenta el perfeccionamiento de la técnica, cuando ya tienes la base), consistente en ir fortaleciendo aquellas conductas que cada vez son más cercanas a la conducta objetivo (danzar bien). A fin de que se comprenda mejor: en un primer instante, por poner un ejemplo, se fortalecerá al pupilo por meter la coreografía en música; mas una vez logrado eso, ya solo se le fortalecerá si, aparte de eso, mete movimientos de cadera y torso; una vez conseguido este nivel, se le felicitará cuando además de esto pueda danzar expresando con la cara… y de este modo consecutivamente. De este modo vamos a ir puliendo todo lo aprendido, hasta llegar al grado de perfeccionamiento deseado.
Motivación: he dejado este aspecto para el final, puesto que, si bien las 2 funciones precedentes son fundamentales, la que verdaderamente impulsa y también acrecienta nuestro desempeño en clase es la motivación.Pues, como todo en la vida, “querer, es poder”. Y si bien en ocasiones pueda resultar costoso, si tienes ganas de aprender, y pones de parte tuya para lograrlo, verdaderamente lo puedes conseguir.
Estas 3 funciones explicadas, son las primordiales implicadas en la pedagogía de la danza, no obstante, hay además de esto muchos otros factores (personales y ambientales) que pueden influir en nuestro aprendizaje. Mas además de esto entra en juego el propio carácter lúdico del baile: este nos hace gozar, desconectar de nuestro día tras día, expresar diferentes emociones, compartir con otros nuevas experiencias… haciéndonos sentir más felices cuando lo practicamos.
De ahí que os animo a todos a que lo probéis, si todavía no lo habéis hecho; y para los que os habéis comenzado en este planeta tan emocionante de la danza, proseguid combatiendo y trabajando, que con esmero y dedicación, se puede llegar lejísimos. Sobre todo, va a ser una forma nueva de diversión y una ocasión más de proseguir medrando como persona.
Y tras leer este artículo, que opinas? Danzar es simple o bien bastante difícil?