Ante crisis, sector mueblero opta por la innovación y exportación

GUADALAJARA, JALISCO (22/SEP/2016).- El Municipio de Ocotlán ha sido denominado “La capital del mueble”, ya que se ha consolidado como uno de los clúster de esta industria más importantes de Jalisco, gracias a la unión de empresas en la Asociación de Fabricantes de Muebles y juegos de comedor de Ocotlán (Afamo).

Aunque la situación económica del país ha afectado a todos los sectores, los empresarios de ese municipio están ampliando sus horizontes comerciales, algunos hacia la innovación y otros hacia la exportación.

“La realidad es que la economía del país no está al 100 por ciento y realmente tenemos que apostarle a buscar mercados en el extranjero. Por eso actualmente en la asociación estamos trabajando muy fuerte con todos los empleados y consejeros para distribuir nuestro producto, principalmente, en la Unión Americana”, asegura Javier Eduardo Pérez Orozco, presidente de la Afamo.

Con esta acción, que planean implementar en el segundo semestre de 2017, los integrantes de la asociación quieren incrementar sus ventas hasta 20 por ciento en el primer año de expansión, “pero el mercado es muy grande, así que creemos que a largo plazo podemos doblar la producción o triplicarla. El reto es despertar el apetito en la Unión Americana por el mueble que producimos en la región”.

Sin embargo, detalla, no se puede entrar al mercado internacional ofreciendo lo mismo que la competencia. Por eso la Asociación tiene distintos retos que, según su presidente, son: “Buscar los canales y adecuar nuestro producto al que requiere el mercado americano, porque es un mercado diferente al nuestro en medidas, en estilos y en colores; además de mejorar el mueble, hacer el mueble cada vez más en línea, ponerle accesorios que te distingan, trabajar mucho en el diseño, en la innovación… entonces en Ocotlán estamos trabajando muy fuerte para hacer un mueble diferente, además de ser un mueble bueno”.

El organismo nació en 1995, según su primer presidente, Francisco Estrada Hernández, bajo la lógica de impulsar la economía de la región. “En ese tiempo no pudimos unirnos a Asociación de Fabricantes de Muebles de Jalisco (Afamjal) porque no tenían espacio para nuevos miembros, así que hicimos nuestra propia asociación”.

A pesar de que las dos se dedican a lo mismo, Afamo tiene la visión de promover los productos nacionales, así que en sus dos exposiciones anuales no se permiten productos importados. “En Afamjal sí se permiten, y no digo que sea malo, sólo tenemos visiones distintas, pero nuestro objetivo es el mismo: promover la riqueza en la región”.

Afamo está conformada por 67 empresas de la región, que generan cerca de ocho mil empleos. Algunas ya exportan a Estados Unidos y Centroamérica, pero “el gran comprador del producto que se fabrica aquí en Ocotlán es precisamente nacional y distribuido en todo el interior del país”.

UN «CHASCARRILLO»… Y A TRABAJAR

Cada día, 28 personas fabrican 108 recámaras

Entre el ruido de espejos acomodándose, máquinas pegando papel en la madera y grapas ajustando un cajón, se escucha un silbido, de esos que molestaría a cualquier mujer que pasa junto a una construcción. Le siguen muchos más, un trabajador se acaba de dar cuenta que su jefe está siendo fotografiado.

José Juan Flores Godínez, gerente de Lilico Muebles, se pone rojo y ríe mientras los silbidos suben de volumen. Un empleado grita: “¡Qué guapo, Pepe Juan!”, y todos ríen. “Son muy ‘carrillas’, pero así es esto”, dice José Juan mientras se seca el sudor.

Terminan las fotos y todos siguen con su trabajo. Así es el ambiente de trabajo en esta fábrica, una de las más grandes que conforman la Asociación de Fabricantes de Muebles de Ocotlán. Aquí se fabrican muebles de tipo laminado y con PVC.

Según Flores Godínez, en el área de producción hay 28 personas, las cuales “sacan” hasta 108 recámaras diarias. Y se puede notar cómo es que tienen esa productividad porque ni cuando le chiflaban a su jefe dejaron de trabajar.

Primero, está el área de descarga en donde se tiene la materia prima, luego unos ocho o 10 hombres cortan y pasan la madera por máquinas para pegar el papel que le dará una sensación de tener barniz y pintura, ellos se ríen y platican, haciendo ver su trabajo de lo más sencillo.

Después, hombres y mujeres arman las piezas con grapas, clavos y pegamento, seguidos de quienes dan los últimos detalles como pintura y alguno que otro adorno. En esta área, la línea de producción tiene un gran orgullo: emplear a una persona sordomuda.

“Hace tiempo recibimos un reconocimiento porque somos la primera empresa del ramo en Ocotlán que contrata a una persona con discapacidad. Aquí todos la respetan y bromean con ella. Es la empleada más responsable y trabajadora que tenemos”, subraya Flores Godínez.

Luego del área de detallado se encuentra la de entrega. El gerente señala que sus productos se venden bien, pero el futuro para ellos es ampliarse, “estamos a punto de abrir una planta para muebles de chapa y juegos de comedor modernos, esos que incluyen una mesa de comedor, que serían muebles de mejor calidad. Además, estamos viendo una oportunidad en el extranjero, vamos a ver qué pasa con eso”.

Un negocio de seis mil millones al año

Con dos exposiciones al año, una internacional y otra nacional, la industria mueblera en Ocotlán deja una derrama, aproximada, de seis mil millones de pesos cada año en la región, confirma Javier Eduardo Pérez Orozco, presidente de la Asociación de Fabricantes de Muebles de Ocotlán (Afamo).

“Calculamos que cada expo debe dejar una derrama (millonaria), porque no sólo son los pedidos que levantas en la expo, sino que dejan un efecto durante seis meses. Por ejemplo, presentas producto en febrero que lo estás comercializando en agosto, luego presentas producto en agosto que se va hasta enero del próximo año… más o menos así funciona. De forma conservadora andaríamos entre los cinco y seis mil millones de pesos, es el efecto de las exposiciones en la región”.

Las exposiciones son el fuerte de los empresarios en Ocotlán, ya que es allí en donde compradores, tanto nacionales como internacionales, pueden conocer sus productos y comenzar a hacer negocios con ellos.

“Yo pienso que las exposiciones son el punto medular de la asociación, es en donde se jalan los recursos, en donde nosotros tenemos la ventaja de exponer nuestros productos para que se vendan”, menciona Javier Vera Madrigal, director general de Muebles Loma Alta.

Un ejemplo de lo que se puede hacer en las exposiciones que se realizan lo plasma José Juan Flores Benítez, gerente general de Lilico Muebles: “Estamos abriendo una nueva planta de mueble de chapa. Lo que hacemos actualmente es mueble medio-bajo y ese sería medio-alto”.

Afamo destaca que no permite exponer los productos importados, ya que “estamos cuidando los intereses de todos nuestros agremiados”, asegura Francisco Estrada Hernández.

Más de 26% de la producción estatal se da en Ocotlán

Bautizado como “La capital del mueble”, Ocotlán se ha consolidado como un referente en la industria mueblera del país. En el Censo Económico 2014 del Inegi se dio a conocer que en Jalisco había 18 mil 569 personas ocupadas en el ramo de la fabricación de muebles para el hogar, de las cuales tres mil 478 se encontraban en Ocotlán (en la región son ocho mil). De éstos, el 77.28% eran hombres, es decir, dos mil 708, mientras que sólo el 22.72% mujeres, lo que quiere decir que 796 se empleaban en la industria.

Según la Asociación de Fabricantes de Muebles de Ocotlán (Afamo), la industria mueblera es “la principal fuente de ingresos en el municipio”.

Gracias al clúster tan sólido que se ha formado, Ocotlán es un ejemplo a seguir para la industria mueblera, así lo refiere el coordinador de Competitividad Empresarial de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), Juan Rafael Mejorada Flores. “Esto (la industria mueblera en el municipio) ha detonado un desarrollo fuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara, su núcleo se ha especializado, han tenido un desarrollo sectorial y esto ha servido para fortalecer y adaptar la innovación y la tecnología en un lugar que no sea Guadalajara y eso es muy importante (…) Ocotlán se arriesgó y eso lo hace un ejemplo”.

Uno de los puntos claves de este sector es que las empresas son familiares.

SE DISTINGUEN POR CALIDAD Y PRECIO

Los empresarios que pertenecen a la Asociación de Fabricantes de Muebles de Ocotlán destacan que lo que los distingue en el sector es la calidad de sus productos, los precios y el servicio que dan a sus clientes, sobre todo en los tiempos de entrega.

“Una de las cosas que nosotros ofrecemos mucho es lo que es la calidad, el servicio, el tiempo de entrega. Como en todo puede salir algo mal, pero se lo solucionamos inmediatamente. Además del diseño en el mueble, la funcionalidad”, dice Juan Flores Godínez, gerente general de Lilico Muebles.

En Ocotlán se hace de todo, desde muebles de línea económica, hasta de línea alta, y los fabricantes le venden estos productos a las grandes tiendas departamentales, quienes llegan a doblar o triplicar el precio real. Un ejemplo es Muebles Loma Alta, en donde, además de fabricar para las grandes cadenas, tienen venta al menudeo y una sala completa, que llega a costar hasta 60 mil pesos, se vende en poco menos de 20 mil en su tienda. “Tenemos una ganancia de entre el 10% y 15%, lo cual ya nos deja un buen margen de negocio”, comenta Javier Vera Madrigal, director general. Además, destaca que su producto “es el mejor de la región, por los procesos que manejamos. No agarramos clientes a los que sabemos que no les vamos a cumplir”.

Comprometidos con la sociedad y el ambiente

La fábrica de muebles más grande, perteneciente a Afamo, es Loma Alta. En ésta hay tres plantas: una de madera, una de tapizados y una de sillas, en las cuales los procesos son totalmente sustentables.

Tan sólo esta empresa da empleo a 420 personas y está comprometida con ellas, así lo dice su director general, Javier Vera Madrigal. “Somos una empresa que a nuestros trabajadores les damos seguro de vida, fondo de ahorro, su despensa, los tenemos en el seguro con su sueldo, siempre les damos utilidades, sus vacaciones como son, con su 25%, aguinaldos a tiempo. Mucha gente no tiene a su gente asegurada ni con los sueldos que son”.

Esto, asegura, impacta en el precio del mueble, “de ser una empresa con precios bajos, ahora manejamos precios medios a medios altos. Pero nosotros tenemos una ganancia de entre 10% y 15%, lo cual ya nos deja un buen margen de negocio”.

La empresa estuvo certificada alrededor de seis años por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) como Industria Limpia, pero hace dos años dejaron de certificarse. “Pero no por no cumplir, estamos cumpliendo, por ejemplo, que todo lo que son residuos peligrosos se manejan en empresas especializadas. Nuestros procesos son cerrados, no generamos contaminación. Tenemos áreas verdes para todo nuestro personal y poder ser más ecológicos. La basura se la lleva gente certificada. Pero dejamos de certificarnos por la burocracia”.

Esta fábrica tiene 25 años en el sector y, para seguir activos, su director comenta que los procesos deben actualizarse. “Los retos los tenemos desde hace mucho tiempo. Nosotros ahorita estamos comprando maquinaria en Brasil para hacer otro tipo de producto, estamos metiendo otra línea, estamos tratando de abrir nuestro abanico de productos”.

Para él, las claves del futuro de la industria mueblera están en la calidad, la innovación, la productividad y el servicio. “Hacia adelante tenemos propuestas en Centroamérica y en Estados Unidos, así que tenemos mucho qué hacer”.